lunes, 22 de junio de 2009

En vida

Hay que creer en Dios, luego hay que creer en uno mismo, conocer nuestras capacidades, fortalecerlas cada día un poco más. Somos dueños de nuestras acciones.

Para tomar decisiones, no hay caminos fáciles, en el trayecto de la vida se encuentran errores, hay que continuar y entender que de nuestro trabajo bien hecho, depende el éxito futuro.

Puedes ser feliz, tomar esa felicidad en tus manos, hacer malabares con el abecedario para hacer feliz a alguien más.

Y a veces tan sólo se precisa de una sonrisa, o de unas palabras, para lograrlo, todo tiene una recompensa inmediata.

No busques la felicidad en la riqueza, no te afanes por hacerte rico, sé prudente.

Porque la felicidad es inmensa, para todo aquel que reconoce al Señor como su salvador.

Gracias al maestro de maestros.

2 comentarios:

Clau dijo...

qué inspirado...un buen día?

Carlos dijo...

Un muy buen día! Los fines de semana son favoritos pues tengo toda la madrugada para reflexionar :)

Saludos