miércoles, 13 de mayo de 2009

En camino

Desde pequeño fui parte de una iglesia, la Biblia; fue la primera obra que leí; cuando aún tenía 7 años. Y me alejé. Pasé cerca de 10 años, viviendo y aferrándome al mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Hace casi un mes, conversaba por mi ausencia en las iglesias, y expuse una cantidad de situaciones de lo que no me gustaba y lo que para mi era incorrecto. Comprendí que aunque esas situaciones existan, fue un error salir.

Aún feliz, con paz interior, con largas sesiones de meditación, algo me hacía falta.

Me hacia falta reunirme para alabar a Dios, recordar lo que nos dice el salmo 136. Dios en su infinita misericordia, me sigue bendiciendo.

Lo confirmé en la lectura del día de mi regreso Timoteo 4,5 “Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”

Lo dice claramente, soporta las aflicciones, esas que en mi son tentaciones, por pensamientos que no me llevaran a nada bueno, esas que un día escribí acá. No tengo el don de evangelismo, pero de la abundancia del corazón, habla nuestra boca, (o nuestras manos) Cumplir el ministerio, nos invita a relacionarnos con todo aquel que no cree, conocernos, mostrar algo de nuestra vida y relaciones

Lo volví a leer en Mateo 18.20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Eso me hacía falta.

Ahora vuelvo a congregarme en una iglesia. Y me siento bien.

Las tentaciones siguen ahí, pero son cada vez más pequeñas. El mandamiento se multiplica y mi optimismo se acrecienta.

Gracias por lograr leer hasta aquí. Que Dios los bendiga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A menudo existan momentos cuando uno se pierda en los problemas y las tentaciones de la vida y entonces la vía elegida dependerá de la espiritualidad de la persona misma: una cede a las tentaciones y borra a Dios de su corazon, pero otra corrige sus pensamientos en la iglesia y por la Biblia. Probablemente estas en la misma encrucijada y has hecho la elección correcta. Yo también el tiempo último siento el enredo completo en mi cabeza a causa de que mis pies me dirigen a la iglesia para penitencia...

Carlos dijo...

Si, de hecho esa variedad de pensamientos me tenía incompleto.

La lectura de la Biblia es algo que no deberiamos dejar de hacer, pues siempre se encuentra una guía para actuar correctamente.

Saludos cordiales Iana =)