lunes, 13 de julio de 2009

La estructura de madera

Marcos se encontraba en el punto cero de la ciudad, llovía fuertemente sobre San Salvador, agua, agua y mas agua descendía. Por alguna razón, sus intenciones eran caminar hacia el sur rumbo al Barrio Candelaria.

Terminó de llover y Marcos empezó a caminar calle abajo. Recordaba el paso a desnivel que se construyó sobre el río Acelhuate, pero se encontró con algo raro: Donde esperaba encontrar un paso a desnivel, encontró una cosa que no supo nombrar:

Era una gran estructura hecha con madera de cedro completamente barnizada, de buen aspecto. Cada gradería mantenía pasamanos sólidos en ambos lados. La estructura tenía varias graderías todas de madera, era extraña pues formaba una red que se bifurcaba hasta llegar a un cuarto central, que contenía dos ventanillas y seis puertas.

Marcos no se dió tiempo para pensar, pero estaba en otro tiempo. No obstante; le pareció normal; y descendió con cuidado por las escaleras. Pasó el cuarto central y en un momento estaba sobre la calle, en el Boulevard Venezuela, cerca de la iglesia de Candelaria.

Otra cosa extraña es que no habían vehículos, era ya tarde, al parecer la lluvia había sido capaz de que ningún vehículo transitara por esa zona.

Desde el kilómetro cero, también caminaban junto a el, otras personas que bajaron por la gran estructura de madera. Caminaron sobre el Boulevard Venezuela, con rumbo al Mercado Belloso. Desde los tiempos de infancia Marcos no había llegado por ahí, la curiosidad del momento lo invadió.

De pronto un hombre salió al paso, algo le dijo y regresó a la gran estructura de madera, subiendo a la parte mas alta encontró una mujer, con quien no me explico que hicieron mientras bajaban juntos. En ese instante nadie los acompañaba, recuerdo que al retirarse ella feliz, le dio un abrazo y eligió una escalinata distinta al rumbo que llevaba. Marcos regresó al cuarto central.

Sucedió que la mujer era casada o algo parecido, ya que en el cuarto central se encontró con el supuesto marido y éste reclamó porque algo vió. Yo como observador me hice el desentendido porque no entendía que estaba haciendo ahí. De la ventanilla alguien hablo y nos dijo: “Mientras no estén quietos, no podrán salir”.

- ¡Qué extrañas son las cárceles en estos tiempos! - pensé.

Pasamos unos minutos tensos en el cuarto central, y al abrir las puertas bajamos hacia el Boulevard, yo enojado pero aún confundido.

Me llamó la atención que todo era distinto y caminé hacia el Barrio Candelaria; el destino original, y encontré una gran superficie plana, existía una especie de gasolinera adjunta a un gran centro comercial. El centro estaba sobre los terrenos de los antiguos edificios multifamiliares y otras casas que se ubican en esos lugares. De el Barrio Candelaria solo quedaba el nombre y su iglesia.

Marcos y el presunto marido empezaron a pelear. Se dieron una buena tunda, hasta que desde el otro extremo les lanzaron piedras y se detuvieron.

El supuesto marido de la mujer se fue y Marcos con el, Yo me quedé ahí. Vi que anochecía, me dieron ganas de volver a casa y por vez tercera me dirigí a la estructura de madera, tomé una de sus modernas graderías y llegué al cuarto central donde ya no había nadie, había empezado a llover otra vez.

Algo me decía que tres puertas eran para bajar y las otras tres para subir, pero al caminar sobre ellas siempre se encontraban ramales que llevaban de regreso hacia abajo o hacia arriba.

En esa sensación de estar perdido desperté y observe el reloj: Son las 3:47 a.m del lunes 13 de julio.

3 comentarios:

@elsum dijo...

Que chiva historia... y que raro sueño...

Saludos!

Anónimo dijo...

Dios mio, qué sueño! A veces veo algo extraño también, y luego todo el día vago sumergida en pensamientos... Es probable leías o mirabas por TV algo muy impresionante en vísperas, lo que podía provocar tal sueño?

Saludos cordiales!

Carlos dijo...

Hola! gracias por venir, hacía el comentario, que ultimamente casi no recuerdo los sueños, este me pareció bastante extraño y es por eso que lo presenté para la posteridad

Saludos